Imagen, mujer y floreros
Imagen, mujer y floreros
· El periodismo no ha sido una excepción en la historia de discriminación de género
· Solo un 10% de los altos cargos en los medios audiovisuales privados de ámbito español está formado por mujeres
· Aún persiste la difusión de tópicos
Sara Carbonero en el Mundial de fútbol de 2010
Anna Mendez // Creación propia
La presencia de la mujer en los medios de comunicación sigue siendo polémica. La Constitución Española, en su artículo 14, apuesta por la igualdad efectiva entre hombre y mujeres. No obstante, tras 35 años de vigencia, dichas palabras parecen haberse quedado en papel mojado.
No parece fácil eliminar del subconsciente más de cuatro décadas de dictadura que relegó a la mujer a un segundo plano. “La figura femenina se encuentra arraigada a las raíces más primitivas, que la sitúan dentro del ámbito familiar, apartándolas del espacio público e impidiendo su incursión en el mundo laboral”, afirma Anna García, psicóloga experta en prevención de violencia de género.
Los medios de comunicación españoles, tanto audiovisuales como impresos, siguen siendo un espejo de la sociedad. “Las empresas mediáticas todavía no han apostado por la mujer. El ejemplo más claro lo vemos en los consejos de administración de las mismas”, declara Anna Sales, coordinadora de la Fundación Isonomía de la Universitat Jaume I. Según el último anuario publicado por la Unión de Televisiones Comerciales Asociadas (UTECA), la entidad que reúne a todas los medios audiovisuales privados de ámbito español, apenas el 10% de los altos cargos son mujeres. En el caso de Mediaset España, propietaria de Telecinco, solo hay una fémina en su consejo, que está formado por un total de 15 personas (6.6%). Atresmedia, su principal rival comercial, eleva el número de mujeres hasta 3 (20% de mujeres). Sin embargo, los puestos cercanos a estos cargos directivos ocupados por hombres, sí que son desempeñados por mujeres, de forma adjunta.
Estos datos contrastan con el número de trabajadores globales, en los cuales la presencia femenina supera ligeramente la del hombre. Mediaset, formada por 1302 trabajadores, tiene en plantilla a 722 mujeres, lo que representa el 55% del personal contratado. Todo esto, según la Fundación Isonomía de la Universitat Jaume I de Castellón, “confirma que la figura femenina se ve en detrimento sobre la figura del hombre”. La Ley de Igualdad, aprobada por el ejecutivo de Zapatero (Ley 3/2007) en 2007, que fijaba unas cuotas mínimas, no llegó a cumplirse. “Mediaset y Atremedia nunca llegaron a aplicar la ley”, destaca María José Ortiz, integrante del grupo Isonomía.
Este tipo de desigualdad también se vive en el campo de los salarios. Aunque no hay datos oficiales, la Unión General de Trabajadores (UGT), atestigua que la brecha salarial media por hora es un 19,3% superior en los hombres respecto a las mujeres, lo que supone 2,54 euros por hora de diferencia a favor de ellos. Está práctica está prohibida por ley (tanto en el artículo 28 del Estatuto de los Trabajadores como en el 14 de la Constitución) y puede lucharse contra ella en los tribunales.
Este tipo de desigualdad, tal y como afirma el último estudio sociológico encargado por la Unión Europea -Brecha salarial entre hombres y mujeres- (2014), “reduce sus posibilidades laborales, así como su salario debido a los estereotipos” arraigados en la sociedad. Asunción Ventura, coordinadora del Máster en Igualdad y Género en el Ámbito Público y Privado de la UJI, determina que “el poder en el ámbito laboral tiene un carácter endocéntrico que gira entorno a los hombres, por esta razón se forja el conocido techo de cristal, que imposibilita el ascenso profesional de la mujer”.
La percepción mediática de la mujer: estereotipos
“Los massmedia son una herramienta muy importante a la hora de transmitir e integrar una serie de valores en la sociedad, e inevitablemente, construyen y dan forma a la realidad social”, apunta Anna García. En televisión, siguen abundando los tópicos, los cuales asocian al hombre valores relacionados con la fuerza, la capacidad de trabajo y la independencia; mientras que a la mujer se le asocia valores más frágiles, como la afectividad, la dependencia, y se la relaciona más con la belleza.
Los medios de comunicación se han convertido, en gran medida, en transmisores de este estereotipo con las denominadas ''mujeres florero'' en televisión. Este nuevo papel periodístico, muy criticado por asociaciones feministas, da más importancia a la imagen y el físico que a su cualificación para el trabajo.
La base de esta desigualdad “está construida sobre una serie de estereotipos encubiertos con fundamentos erróneos. Es decir, muchos de los altos cargos son ocupados por hombres porque se presupone que las mujeres están preparadas en menor forma para ellos”, afirma Asunción Ventura. Sin embargo, los datos demuestran que son más las mujeres que se forman en educación superior que los hombres. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el 54,2% del conjunto de estudiantes universitarios está representado por las mujeres, concretamente un total de 1.473.580 mujeres en el curso 2007-2008. Además de esto, cabe destacar que en el pasado año 2011, por cada 100 varones graduados en educación superior, había 137,1 mujeres con dichos estudios.
Perspectivas de futuro
La Federación de Organismos de Radio y Televisión (FORTA) ha sido pionera en el establecimiento de planes de igualdad. La Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals, organismo dependiente de la Generalitat de Catalunya, inició el 2011 un ambicioso plan que pretendía igualar la presencia de hombres y mujeres delante de la cámaras. “Hay signos positivos que apuntan a una mejoría, pues varios medios están adoptando ya medidas encaminadas a mejorar la conciliación, promoción y desarrollo profesional, formación y prevención del acoso sexual.”, afirma Andrea Francisco, periodista y Doctora en Ciencias de la Comunicación por la Universitat Autónoma de Barcelona.
Para mejorar esta situación, Francisco añade que “debe contribuirse a erradicar los estereotipos que atribuyen a las mujeres valores y funciones sociales inferiores a los de los hombres”. Otro aspecto demandado por estos sectores es la ampliación de la representación de las mujeres y mostrar su papel en el desarrollo cultural, político, económico y social”. Estos puntos ya se están adoptando en Radio Televisión Española (RTVE), tras un largo proceso de trabajo con el Instituto de la Mujer.
A pesar de todo, la presencia femenina en pantalla ya iguala o incluso supera la del hombre. En el caso de Telecinco, según un estudio propio, la cuota supera el 60%, mientras que en La 1 de TVE y Antena 3 ronda el 50%. El trabajo para conseguir la igualdad de trabajo debe continuar, pero detrás de las cámaras. “Ante todo, los estereotipos que vinculan necesariamente a las mujeres con la belleza y las labores del hogar deben eliminarse, pero para ello necesitamos la ayuda de las administraciones públicas y, también, de la opinión pública”, sentencia Ventura.
Aunque ya se estan implantando iniciativas para evitar la discriminación en los medios de comunicación, hay aún mucho camino por recorrer. Por ahora, los medios van apostando tímidamente por unos planes de Igualdad que tardarán años en hacerse realidad. En las altas esferas, el Gobierno ha paralizado a golpe de decreto varios puntos recogidos por la Ley de Igualdad aprobada por el ejecutivo de Zapatero. ¿Se conseguirá la plena igualdad en el ámbito de la comunicación audiovisual?