La primera víctima de 2005
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SOUMAIA NEJJAR - ANÁLISIS
La noticia que me dispongo a analizar fue publicada en la versión impresa del diario La Vanguardia el 11 de enero de 2005. Trata sobre el asesinato de un mujer a manos de su pareja, que fue la primera víctima mortal de la violencia de género de 2005.
La noticia está insertada en la sección de sociedad, concretamente en una sub sección llamada El terror en casa, que parece estar destinada a recoger noticias de violencia doméstica. Esto ilustra que en 2005 la ciudadanía española ya era consciente de la existencia de la lacra social que supone la violencia de género y su consideración como problema que está a la orden del día y que afecta a la sociedad en general. Tal y como señalan Sonia Aran Ramspott y Pilar Medina Bravo en su artículo Representación de la violencia doméstica en la prensa española, "situar las noticias en el apartado de Sociedad implica reconocer que el fenómeno responde a una problemática social" (Aran y Medina 2005:15).
El titular de la noticia es "Patricia, la primera víctima del año", y el subtítulo es "Detenido un hombre en Murcia por dar muerte a su ex novia, a la que tenía prohibido acercarse". La autora (sorprendentemente es una mujer) es Ángela de la Llana y pertenece a la redacción de Murcia.
Cabe señalar que con este titular se pretende captar la atención del lector apelando a sus emociones ya que está personalizando el caso situando el nombre de la víctima en este. Con este mecanismo puede rozarse el sensacionalismo ya que se aleja de los parámetros de lo que debe ser una pieza informativa profesional y seria.
Asimismo, respecto a los aspectos formales, la noticia ocupa un poco más de media plana (tres cuartos de página) y está situada a la derecha, por lo que tiene menos susceptibilidad de ser leída. En la pieza también se incluye una foto, que será comentada posteriormente ya que incumple una de las recomendaciones del manual "Violència domèstica. Recomanacions 2009-2010 (Col·legi Periodistes Catalunya i Consell Audiovisual de Catalunya)", que es el que se utilizará como marco teórico para el presente análisis.
Con referencia al plano del significado, en el primer párrafo ya hay presente un ejemplo de mal tratamiento de violencia machista. Se trata de la mención del origen cultural de la víctima y también del presunto autor, ya que puede entenderse que se está vinculando el origen de estos con los hechos.
Este es un error que se repite en varios puntos del discurso ya que se el origen de los actores implicados (víctima y presunto autor) se menciona varias veces. Por si fuera poco, también se menciona el lugar de reunión del colectivo ecuatoriano, y la consecuencia que puede derivar de este tratamiento es que la violencia machista se circunscriba a la población ecuatoriana como una lacra que les afecte a ellos principalmente.
Es reseñable que se les identifica con nombre e iniciales con el fin de preservar su identidad.
La orden de alejamiento decretada por el juez el pasado mes de noviembre de poco le sirvió el domingo a Patricia A.M., una mujer ecuatoriana de 41 años que se ha convertido en la primera víctima mortal de la violencia doméstica en España de este año. La mujer fue abordada en una calle del centro de Murcia por su ex compañero sentimental, Pedro Ramón M.E., de su misma nacionalidad, poco después de las ocho de la tarde (...).
El pasado domingo Pedro Ramón se acercó a la Cancha, una explanada situada en una zona próxima al Palacio de Congresos de Murcia donde habitualmente se reúnen muchos inmigrantes ecuatorianos, a buscar a su ex novia (...).
La autora, además de hacer hincapié en el origen ecuatoriano de los actores en varias ocasiones, también se refiere circunstancias personales como la "regularidad" de su estancia en España y a las profesiones que desempeñan, hecho que contribuye a estigmatizar más a los inmigrantes ya que se les suele atribuir siempre profesiones de baja cualificación.
Patricia A.M., que llevaba cinco años residiendo en Murcia en situación regular (...).
Patricia, que trabajaba como asistenta en Murcia, mantuvo con Pedro una relación sentimental, que (cuentan sus compatriotas) no era muy sólida, ya que la mujer estaba casada en Guayaquil (Ecuador) y tenía dos hijos de corta edad. El presunto asesino, de 47 años, estaba en situación irregular y trabajaba de forma esporádica en el campo (...).
En otro orden de cosas, es poco recomendable centrarse en detalles escabrosos y morbosos como la descripción detallada de la agresión ya que puede derivar en la normalización sistemática de la violencia en general y la machista en particular.
Tras mantener una conversación en apariencia cordial, la inmigrante fue apuñalada por su agresor hasta provocarle la muerte. Pedro asestó cinco puñaladas a Patricia: dos en el pecho, una en la frente, otra en la parte inferior del cuello y una definitiva que le atravesó la axila izquierda, le rompió varias costillas y le alcanzó el corazón
Los investigadores no descartan acusar de asesinato a Pedro Ramón, por entender que planificó el crimen, ya que mató presuntamente a su ex compañera con un cuchillo con una hoja de 15 centímetros que trajo desde su casa, y porque la había amenazado en varias ocasiones.
La frase señalada posteriormente da a entender que hay un motivo para la agresión, que deriva en la justificación implícita. Se menciona que el autor estaba bebido, por lo que indirectamente se presenta otra causa al desenlace. Además la forma de articular el discurso es melodramática en algunos puntos y esto se aleja de los parámetros del género informativo de la noticia.
Testigos presenciales de los hechos vieron como Pedro Ramón, que al parecer estaba borracho, se paraba a charlar con Patricia y poco después la pareja se alejaba del lugar abrazada. Lo que ocurrió en el trayecto de la Cancha hasta la calle Teniente Flomesta y el motivo que levó a Pedro a apuñalar a Patricia hasta la muerte nadie lo sabe.
En relación a la parte gráfica, es decir, la fotografía, cabe destacar que se trata de una imagen de la víctima. Las recomendaciones desaconsejan utilizar ninguna imagen de los actores implicados con el fin de respetar su derecho a la propia imagen y a su intimidad.
Por último, ha de aclararse que hay recomendaciones que sí que se han seguido como explicar los antecedentes y contextualizar explicando el proceso judicial que ha precedido al hecho. Es decir, la existencia de una denuncia y de una orden de alejamiento que el autor incumplió. Igualmente con la recomendación de incluir diversas fuentes de información entre las que destaca el equipo de investigación de la policía, los agentes, fuentes policiales, la denuncia que presentó la víctima, amigos y testigos presenciales. No hubiese estado de más, alguna declaración de un organismo oficial o una asociación, condenando el hecho.