Adiós a los complejos con Lammily
- Una muñeca pensada para eliminar los estereotipos y estándares de belleza que conocemos hoy en día
- Sus medidas, basadas en chicas reales, promueven un estilo de belleza diferente al que se ha impuesto en los últimos tiempos
Nickolay Lamm, un joven diseñador estadounidense, es el encargado de este fascinante proyecto. A principios de 2013 decidió comparar una muñeca Barbie con una de propia creación, a la que bautizó como “Normal Barbie”. Los resultados fueron asombrosos, pues las medidas de la primera no guardan ningún parecido con las de las niñas o mujeres reales. Este experimento fue presentado a los medios de comunicación estadounidenses ese mismo verano, y fue tal el ruido que causó entre los ciudadanos, que Lamm decidió dar un paso más. Poco después de lanzar su diseño de la “Barbie Normal”, creó Lammily. Una muñeca con pelo castaño, estatura media, ojos marrones y caderas marcadas. Son elementos y características que no encontramos en cualquier otra muñeca de moda.
Nacimiento de Lammily
Su creador, Nickolay Lamm, nació en San Petersburgo (Rusia), pero a los pocos años de vida se trasladó, junto a su familia, a Pittsburgh (Pennsylvania, EEUU). Una vez allí, “cuando cursaba secundaria, me llené de inseguridades” cuenta Lamm. “Me sentía tan acomplejado con mi cuerpo que comencé a pasar hambre y practicar ejercicio diariamente hasta alcanzar mi Índice de Masa Corporal (IMC) adecuado. Pero cuando me miré al espejo y vi mis seis abdominales perfectamente esculpidos, aún me sentía peor. Entonces comprendí que cada uno de nuestros cuerpos es diferente, así que no deberíamos aspirar a una norma idealizada”.
Además, el diseñador creció junto a su prima pequeña. Actualmente, es una atleta de 19 años y “una joven hermosa e inspiradora”, declara Nickolay. Al tener los músculos tan definidos y un cuerpo atlético, estaba acomplejada y solía llamarse gorda a sí misma.
Pero el motivo por el que ella no estaba a gusto con su cuerpo era por la comparación con los estándares de belleza excepcionalmente fina. Fue entonces cuando Lamm reflexionó sobre el centro del problema de estos complejos. “Vivimos en una sociedad en la que la belleza se basa en ser alta, rubia y delgada, pero no todos somos así, y no por ello somos feos”. Cuando el joven estadounidense se fijó en las muñecas de moda que llenan las jugueterías a día de hoy, le vino a la memoria su experiencia en el instituto y los complejos de su prima pequeña. “He creado Lammily para animar a los niños a ser fieles a sí mismos”, añade.
El investigador y artista lanzó una campaña de crowdfunding en su blog bajo la pregunta: '¿Cómo sería Barbie si se pareciese a una mujer real?’ De este modo, recogió los fondos necesarios para llevar a cabo el proyecto de esta nueva ‘muñeca real’.
El porqué de Lammily
Su creador la diseñó con el objetivo de promover y hacer llegar una imagen real a las tiendas de juguetes y medios de comunicación. El autor explica que “estos ocho meses que me ha llevado diseñar y proyectar la muñeca merecerán la pena cuando ésta salga a la venta, pues gracias a ella, los niños y niñas aprenderán a valorarse tal y como son”.
El nombre de Lammily proviene de la combinación entre su apellido (Lamm) y familia (en inglés, family). Y es que, el joven estadounidense ha creado esta muñeca gracias al apoyo y ayuda de sus familiares.
La muñeca
Al ser un nombre de invención propia, Lammily no es nada común entre las mujeres, ya sean jóvenes o mayores. La muñeca mide 27’23 centímetros de alto y sus medidas corporales son el resultado de un estudio entre varias chicas jóvenes de California. Tiene articuladas las muñecas, rodillas, codos y los pies, intentando así, promover los estándares de una belleza real entre las niñas, adolescentes y mujeres de todo el mundo. Además, está basada en un estilo de vida saludable, lleva el maquillaje mínimo y no está compuesta de los trajes típicos de las muñecas, sino que tiene un estilo bastante sencillo.
Adiós a los estereotipos
Muñecas como la Barbie de Mattel o la Nancy de Famosa fueron, y siguen siendo, el juguete predilecto por muchas niñas y jóvenes de cualquier parte del mundo. Sus medidas imposibles e idílicas, así como las modelos de moda o actrices se han convertido en un espejo donde mirarse para todas las adolescentes. A raíz de esto, el catedrático de la Facultad de Psicología de la Universidad de Santiago, Emilio Gutiérrez, explica que, "la preocupación por la imagen es algo común y muy extendido, muchos adolescentes se preocupan por estar más delgados pero, ¿por qué cuando algunos empiezan a hacer dieta todo se va de madre?".
“La extrema delgadez y el cuerpo perfecto son una de las preocupaciones de la mayoría de adolescentes de hoy en día”, añade la psicóloga Vanesa Jiménez. Este ideal de belleza puede desencadenar en trastornos alimenticios como la anorexia o la bulimia, “hasta el momento se desconoce la vulnerabilidad biológica implicada en el desarrollo de estas enfermedades y son más conocidos algunos factores desencadenantes relacionados con el entorno social, las dietas y el temor a las burlas sobre el físico”.
Nickolay Lamm, mediante su nueva muñeca hace un guiño a la erradicación de estos modelos de belleza que imperan en nuestra sociedad actual. Pues lejos de ser eliminadas, “estas conductas son cada vez más frecuentes. Nuestro ritmo de vida actual, reñido con buenas pautas alimentarias, y los modelos estéticos impuestos nos precipitan a una situación cada vez más grave y difícil", explica Antonio Villarino, profesor de nutrición de la Universidad Complutense de Madrid. Su origen, añade, “está en el culto a la salud corporal buscando ‘la salud total’, acompañado por un canon estético ilusorio de la perfección que nos conduce a modificar o, al menos a modular, los hábitos alimentarios”.
Visión de futuro
El artista y creador de la nueva muñeca tiene varios planes para años venideros. Vista la gran aceptación que ha tenido Lammily en Estados Unidos, dado el elevado número de pedidos, Lamm prevé el lanzamiento internacional en noviembre de 2014. Además, también tiene pensado incluir muñecas a la colección. Estas serían de diferentes grupos étnicos y diferentes formas de vida saludable. Así como algunas de edición especial basadas en modelos inspiradores: estrellas, actores, líderes de deportes, etc. “Todo ello, sin olvidarme de incluir muñecos masculinos a la línea Lammily”, añade Nickolay.
El interés de Nickolay Lamm hacia la naturalidad de las mujeres va más allá, aparte de Lammily, ha estado trabajando en un estudio acerca de las muñecas más vendidas sin maquillaje. En este caso, el experimento ha sido con una de la línea Bratz. No sabemos qué será lo próximo con lo que nos sorprenderá este artista norteamericano, pero lo que es seguro es que favorecerá a la belleza real.
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Artículo ganador del Premio de Periodismo 2014 Levante-UJI