DE PARTE DE UNA PRINCESA MUERTA...

10.11.2014 10:53

CLAUDIA FOLQUÉS

 

Una novela desgarradora que narra por desgracia la situación interna de una mujer del siglo XXI, arrastrada por la necesidad de un hombre en su vida, sin visión de futuro que no incluya a “su macho” y dando pasos atrás en una lucha que parece eterna.

 

Empecemos con una breve introducción de este libro histórico , De Parte de una Princesa Muerta, como su título indica narra la historia de los desamores y luchas internas de una princesa turca que se exilió a Francia para dar a luz a su mayor tesoro, su hija, y para encontrarse a sí misma lejos de sus amores y morir en la sombra de sus recuerdos en palacio, cuando era una princesa viva, joven y sin más amor que el suyo propio.

 

Comienza cuando, Selma, la princesa, tiene 7 años y acaba con su muerte. Una vida en Turquía, su exilio en el Líbano, su vida en la India como esposa del rajá reinante de Badalpur, Amir, descendiente directo del nieto del profeta y por último, su estancia y muerte en París, dónde nació su hija, Kenizé Mourad autora de esta novela.

Está dividida en cuatro partes bien diferenciadas, que corresponde a cada uno de los países en que vivió la princesa.

Selma vive sin más amor que el de su madre, infeliz por que no encuentra a un hombre a quien amar y que la ame. Es una mujer muy necesitada de amor y ansiosa de que la amen. Su vida está marcada por esta obsesión: quiere ser amada a toda costa.

Marcada hasta el fin de sus días por la necesidad física de encontrar un hombre que la ame, que la cuide y la mantenga, dejándola infeliz hasta el día de su muerte.

Este artículo va dirigido a una cultura marcada únicamente por la necesidad que tiene una mujer en encontrar a un hombre que la quiera y si no lo encuentra envolverse en una soledad y angustia sin dejar que la felicidad la rodee.

Por desgracia hay muchas mujeres sujetas a esta necesidad y muchas personas que siguen viendo “con malos ojos” que una mujer no encuentre a su hombre, a su media naranja, a su persona ideal que le mantenga, le de hijos y la quiera hasta el final de sus días.

La historia avanza y las mujeres debemos aprender a vivir solas, a cuidarnos solas y ¿por qué no?, a tener nuestros propios hijos solas, sin permitir que un miembro del sexo contrario decida sobre nuestra felicidad.

La tristeza de, como he dicho al principio la lucha nunca termine, y no finaliza por muchas mujeres conformistas y con vendas en los ojos que no se permiten el descanso, la felicidad y la sensación que te hace creerte eterna estar a solas con tu cuerpo, tu mente, tus manías y tu manera de vivir, al fin y al cabo a solas contigo misma.

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