ALBA BOIX MARTÍNEZ
- El incremento del maltrato entre adolescentes supone, año tras año, una cifra más alarmante
- Psicólogos especialistas en la materia, como Olga Barroso, han manifestado su preocupación acerca del descenso en la edad de las víctimas.
“Elena Romero, estudiante de 1º de Bachillerato, 17 años recién cumplidos. Desde hace dos, sale con un chico de 20 que vive a dos calles de su casa, Marcos, su Marcos. Cuando empezaron a salir, se comían el mundo, y a ellos mismos. Pasaban horas en un banco del parque frente al espigón del puerto. Eran la envidia del pueblo, excepto por las señoras mayores, que siempre tenían palabras de asombro despreciable para ellos por expresar su amor en público. Él, un chico normal, no muy alto, con un pequeño pendiente en la oreja. Elena se empeñó en acompañarlo a la tienda de “Tattoo & Piercing” para presenciar cómo su chico se perforaba la oreja. Ella, una de las chicas más guapas del instituto, bailarina desde los cinco años, daba gusto verla bailar, flexible como un junco y refinada como la plata… Apareció muerta hace una semana. Sus padres cuentan que llevaba un año ocultando sus movimientos y pensamientos, dónde iba, con quién... Su hermana pequeña, Paula, la vio llorando hace pocas semanas en su habitación, discutiendo con su Marcos. Ella le juraba que no había pasado la noche con nadie, que confiara en ella. El principal sospechoso del caso es él; el cadáver de Elena yacía en el suelo de la cocina del piso de la abuela de Marcos. No presentaba signos de violencia, excepto un pequeño hematoma en el ojo derecho y en la sien. Marcos ha sido llamado a testificar esta mañana. Sus palabras: Yo no quería hacerle daño, pero me mintió, me dijo que no había estado con nadie, pero no me lo creí, y perdí los nervios.”
Este es un caso ficticio. Elena Romero no existe, o al menos no hay constancia de que sea víctima de la violencia de género. Quizás lo sea, pero nadie lo sabe. La delegada del Gobierno para la Violencia de género, Blanca Hernández, declaró en un programa de la televisión pública española que “el 80% de las mujeres asesinadas a manos de su pareja o ex pareja no habían presentado ningún tipo de denuncia”. Hernández etiqueta a la desigualdad y la discriminación como “un enemigo muy fuerte”. Y es que, a pesar de todas las campañas de sensibilización y prevención para la violencia de género que impulsa el Gobierno, el maltrato sigue siendo una lacra para la sociedad.
Convencer a las víctimas de la violencia de género es uno de los temas más complicados de la prevención. Los datos del Registro Central para la Protección de las mujeres que publicó el Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2011 revelaron que un total de 32.242 mujeres sufrieron violencia machista en 2011 de las que un 1’7% , es decir, 571 tenían menos de 18 años.
La subdirectora del teléfono ANAR, Diana Díaz, explica que los celos son vistos como acto de amor para la mayoría de adolescentes. Así que, si se sigue esa teoría, cuánto más celosa es la pareja, más queridas se sienten. Por ello, o por vergüenza, las jóvenes son incapaces de reconocer que están siendo maltratadas. Y es que, hay una violencia que no se ve, el maltrato psíquico y psicológico. Para ellas, es más fácil explicar que tienen problemas en su relación que darse cuenta del verdadero conflicto que están viviendo.
El miedo al rechazo, a las discusiones o, incluso, a que se entere la familia pueden ser los factores que provocan este oscurantismo y silencio de las jóvenes maltratadas. Por tanto, es preciso y necesario que sepan que ante cualquier pequeño síntoma o gesto deben llamar al 016. Es un número confidencial y con atención personalizada que puede ayudar a más personas de las que se cree.
Infórmate en: www.msssi.gob.es/ssi/violenciaGenero/home.htm
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